Shabat Balak
6-7 Julio 2012 – 17 Tamuz 5772
Parashá Balak
Por Baruj Ben Abraham
La generación del desierto se encuentra a las puertas de la Tierra Prometida. Los dos pueblos vecinos, Moab y Midian a pesar de su mutua enemistad, deciden unirse por un interés común: impedir a los Bené Israel de entrar en Eretz Israel. Moab estaba aterrorizado pensando que algún día Israel les pudiese declarar la guerra. Los ancianos de Midian estaban convencidos que no los vencerían por las armas ya que con la ayuda Divina, los Israelitas habían derrotado armadas más potentes que ellos. Por lo tanto tendrían que buscar otra estratagema. Esta parasha nos describe las numerosas tentativas de un potente jefe de estado: Balak rey de Moab, para convencer a Bilam líder espiritual de las Naciones para que utilice sus poderes sobrenaturales, sobretodo sus maldiciones para destruir el Pueblo de Israel. Bilam acaba aceptando, pero D.ios se revela a el y le impone de bendecir Israel. Balak y Bilam ofrecen sacrificios para asegurar su propósito, pero Bilam bendice efectivamente Israel por tres veces, provocando la ira de Balak. Bilam le entrega entonces una ultima profecía, que contiene una visión del final de los tiempos, seguidamente regresa a su domicilio. Anteriormente, le ha dado un último consejo: enviar las mujeres moabitas al encuentro de los Israelitas con el propósito de tener relaciones ilícitas. Este plan funciona, las extranjeras arrastran el Pueblo a la idolatría y concomitantemente la peste golpea el campo Israelita. Finaliza la parasha con el relato de un varón notable de la tribu de Shimón, Zimri, acostado con una mujer midianita, .Pinjás hijo Eleazar (y nieto de Aharon Ha- Kohén), actuando solo y contra la Ley, atraviesa a la pareja con su lanza, provocando el fin de la epidemia.
La parasha Balak es paradójica. El Pueblo inicia su marcha hacia su destino Eretz Israel, y lo primero que encuentra en camino es la hostilidad de las Naciones, pero gracias a D.ios los dos enemigos de Israel Balak y Bilam que se habían jurado mutuamente la eliminación física y espiritual de Israel no lograran su malvado propósito. El segundo escollo que encuentra el Pueblo es que queriendo “ser como los demás” cae en la trampa de la asimilación que nos lleva a borrarnos de la misión Toráica y para colmo a la depravación.
Por el contrario, las bendiciones acompañaran Israel a lo largo de su historia, no solo pasada y presente, también futura como lo dice el versículo 24:17-18 de la parasha: “Lo veré, mas no ahora; lo atisbaré mas no cercano; un astro surgirá de Yaacov y se alzará el cetro de Israel; traspasará a los nobles de Moab y volcará todos los hijos de Shet. Edom será conquistada y Seir será conquista de sus enemigos y Israel triunfará…”. Así Bilam “ve el Mesías” y también el perecer de Amalek.
Shabat Shalom
Baruj Ben Abraham
A.C.I.V. Les Escaldes ANDORRA
