Janucá
Del 9 al 16 de Diciembre 2012 –Del 25 Kislev al 3 Tevet 5773

Janucá

Por Baruj Ben Abraham


Contrariamente a la mayoría de los enemigos de Israel, los Griegos no pretendían destruir físicamente a los Judíos, sino borrar su especificidad. Esto es la ocasión de interrogarnos sobre nuestra identidad tan diferente…

La fiesta de Janucá conmemora la entrega del Israel de la opresión bajo el yugo del imperio macedonio, propagadores y representantes de la cultura griega, llamada por nuestros amos Tarbut Yavan.
En efecto, según la tradición (y eso ya se anuncia a Abraham), Israel deberá sufrir cuatro exilios antes de gozar de la entrega final. Y el tercer exilio es el de Yavan, Grecia.
Nuestros maestros (véase Lebush Or ha haim, Michna berura…) nos enseñan sobre la diferencia fundamental entre el exilio de Yavan y los tres otros, Babel, Madian y Edom.
Los tres imperios quienes acabamos de citar atacan físicamente al pueblo de Israel. Por supuesto, en el transcurso de la historia, decretos, publicados por estas tres potencias, se realizarán para impedir el estudio del Thora y la realización de las Mitsvot, e intentar obligar a los Judíos a adoptar sus propias religiones. Pero estas frases no son más que un medio además para llegar a la destrucción física del pueblo de Israel.
Por lo que se refiere a Yavan, los griegos, su objetivo era erradicar la Torah y lo que implica. Si el pueblo de Israel hubiese aceptado y hubiese adoptado los usos y costumbres helenistas, y se hubieren asimilado a la civilización griega, los Judíos no habrían tenido que sufrir físicamente.
Este exilio se diferencia también de los otros por el hecho de que Israel siguió viviendo sobre su tierra. No hubo tentativa por parte de los griegos de expulsar a los judíos de su país.
Se encuentran estos conceptos, explícitamente expresados, en el texto añadido al rezo del Amida durante la fiesta de Janucá (Al Hanissím), por los miembros de la Gran Asamblea:
“Cuando el imperio griego combate Israel, para hacerle olvidar Tu Torah y alejarlo de la realización de Tus órdenes” Nuestros amos nos revelan también que los griegos combatieron tres mitsvot particulares. Y la voluntad de los griegos de impedir a los judíos obedecer a estas tres órdenes de la Torah era tan fuerte que amenazaban de muerte los que querían seguir siendo fieles a la palabra de D.ios.
Estas tres mitsvot eran las de Hodech, Shabat y Milà.
¿Por qué los griegos eligieron estas tres mitsvot entre tantas otras y tienen un punto en común?

Mitsvot-origen divino
En su análisis de las características de cada una de las naciones que oprime Israel, el Maharal de Praga (Ner Mitsva), define la política del imperio macedonio.
La esencia de la civilización helénica, se basaba en el concepto de la omnipotencia del intelecto humano, que dirige toda la creación.
El alto grado de conocimiento y cultura de los filósofos griegos les llevó a creer que el solo intelecto humano dirige todos los aspectos de la vida de un hombre.
Toda teoría o acción que se basa en un sistema metafísico (otro que nuestro mundo físico) no tiene derecho de existencia. El Torah, cuya base es el origen divino, alega una ciencia colocada sobre el intelecto humano.
Se comprende así que los griegos no podían tolerar tal enfoque del mundo, que ponía en entredicho su propia comprensión del universo. Pretendieron borrar la concepción judía, representante de una ciencia divina.
Se promulgaron algunos decretos, prohibiendo, como lo vimos, las tres mitsvot específicos arriba mencionadas.

Eternidad y renovación
El autor del Derej Jukéja explica que los griegos percibieron en estas tres órdenes la expresión más esencial de la Torah. La mitsva de santificar el día de la neomenia, fija las bases del calendario judío según el año lunar. Maimónides en su obra Yad Jazacá precisa: “Los meses del año son fijados por el Rosh Hodesh lunar pero los años son años solares “.
Con todo, la lógica querría que el calendario esté fijado según el año solar, puesto que las temporadas dependen de la posición del sol.
Esta dualidad, que utiliza la Torah, entre a estos dos elementos que fijan el calendario son explicados por el Rav Yitzak Hutner z”l : cada uno de estos dos elementos expresa una idea fundamental.
El mes (que se fija por los ciclos de la luna) expresa la renovación periódica mientras que el año (reajustada con relación al año solar) expresa la prórroga perpetua.
En efecto, el pueblo de Israel debe ser influido por estos dos conceptos: la de la continuidad que se manifiesta por el deber permanente de cada judío a lo largo de su vida, de servir a su creador y vivir su fe en D.ios.
Es este concepto que expresa el Rey David cuando dice: “Fijo constantemente (tamid) mis miradas sobre el Señor” (Tehilim 16; 8).

Complicación aparente
Cuando a la idea de la renovación, cada judío tiene el deber de reiterar su compromiso en pro de D.ios introduciendo regularmente una nueva dimensión, un renacimiento del sentimiento.
Es la propia esencia del día de Roch Hodech, que señala el principio del mes:
“Llegará constantemente, a cada neomenia y a cada Shabat que toda carne vendrá a prosternarse ante mi, dice el Eterno” dijo el profeta Isaías ( 66; 23).
Por otra parte, se comienza el cálculo de los años a partir del 1 de Tichri, que es el séptimo mes: es Roch Hachana, fecha aniversario de la creación del mundo.
Najmanides explica que se eligió a Nissan como primer mes del año en la medida en que nos recuerda la salida de Egipto. ¿Pero entonces, por qué no habían elegido esta misma fecha para el principio del año? ¿Cuál es el objetivo de esta complicación aparente?
Es realmente la misma idea que se expresa.
Es necesario que el Jidush, el renacer, sea obvio y que viene a sorprendernos a mediados del año.
Nissan, como tiempo del renacimiento es el tiempo también de la entrega: “En Nissan, se entregaron y es en Nissan que se entregarán al final de los tiempos. ”
Se lo ve, el cálculo del año, diferente del de los meses, no parece cartesiano, y parece escaparse a la lógica exclusivamente humana. Se comprende pues que hay un ataque insoportable a su filosofía: el cálculo del tiempo, base de la vida, escapaba a la lógica…
El Shabat es una percepción también del tiempo totalmente particular, e incomprensible para los griegos.
En primer lugar, en la naturaleza propiamente dicha, no hace ninguna diferencia entre Shabat y los otros días de la semana. El sol durmió y se levanta al igual que los demás días.
Se limita al hombre en sus actos. No se trata de un descanso de orden social, pero de un descanso “espiritual”. Allí aún, la santificación del tiempo no podía ni incluirse ni ser tolerada por los Griegos.
El universo, el tiempo y el alma según el Sfat emet.

La última mitsva prohibida por los griegos fue la circuncisión, el Brit Milà.
El racionalismo implica un reconocimiento de la utilidad de cada órgano del cuerpo. Cortar la orla (el prepucio), para añadir un elemento de santidad al hombre va contra la filosofía griega.
El Sfat emet expresa una idea brillante:
Shabat, Hodech y Milà son las señales divinas que señalan la diferencia entre Israel y las Naciones.
Israel se regula por un diferente sistema, sistema que se produce sobre los tres elementos fundamentales que son Olam, Chana y Nefech, literalmente: el universo, el tiempo y el alma.
Milà es la marca hecha sobre el alma.
El Shabat es la marca divina sobre el universo. Por la santificación del séptimo día, D.ios pone de manifiesto que la abundancia divina (chefa) respecto a Israel supera el sistema de seis días de la creación, utilizado para las naciones. La neomenia es la marca divina que fija otro orden del tiempo para Israel. Grecia quiso combatir la esencia de la especificidad de Israel suprimiendo estas señales.
El imperio griego desapareció hace tiempo (nosotros estamos aquí).
Y los descubrimientos científicos extraordinarios de nuestro tiempo prueban claramente a todo espíritu sano que el intelecto humano no puede delimitar los secretos infinitos del universo.
La fiesta de Janucá viene a desafiarnos y recordarnos de nuevo el fundamento de nuestra fe: el intelecto no puede ser la única herramienta para delimitar el sentido de la creación.
¿“Pretendes tu penetrar el secreto insondable de D.ios, entender la perfección de todo-poderoso? ” (Job 11; 7)

En Janucá se realizaron las palabras del profeta Zacarías (4,6):
“Ni por el poder, ni por la fuerza sino por Mi espíritu, dice Hachem, Amo de los ejércitos.”

 

                                                                      Janucá Sameaj os desea la
                                                                        Familia Baruj ben Abraham
                                                                      A.C.I.V. Les Escaldes ANDORRA

 


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Shabat Mikets – Shabat Janucá 7º Dia de Janucá
14-15 Diciembre 2012 – 2 Tevet 5773

Parashá Miketz/Al termino de…

Por Baruj Ben Abraham


Al cabo de 2 años el copero del Faraón se acuerda de Yosef, ya que el Faraón tuvo 2 sueños y nadie era capaz de darle una interpretación satisfactoria.
El Faraón siguiendo el consejo del copero saca Yosef de la cárcel y este le revela el verdadero sentido de sus sueños: 7 años de abundancia seguidos de 7 años de penuria.
Yossef aconseja también al Faraón que durante los 7 primeros años aproveche para llenar los graneros. El Faraón nombra Yosef virrey de Egipto.
Yosef se casa con Asenat hija de Poti-fera que le dará 2hijos: Menashé y Efraim.
La penuria se extiende hasta Kenaan. Yaakov envía a sus hijos a Egipto a buscar provisiones.
Solo el hijo menor Binyamin se queda con el patriarca. Los 10 hermanos a su llegada a Egipto son recibidos por Yosef. Únicamente Yosef les reconoce pero finge no conocerlos y les acusa de ser unos espías. Durante su protesta, los hermanos evocan a su padre afligido por la perdida de un hijo y la compañía que le está haciendo el hermano menor de ellos. Para comprobar la veracidad de lo dicho, Yosef les ordena que vayan en búsqueda de ese hermano menor y guarda a Shimon como garantía, pero de regreso a casa de Yaakov descubren con sorpresa y consternación que el dinero que pagaron por el trigo les ha sido misteriosamente restituido.
La penuria persiste y Yaakov solo se resigna a enviar a Binyamin después de que Yehudah se haya declarado garante de su retorno. Esta vez Yosef les da una calurosa acogida, libera Shimon y les invita a una cena real en su palacio. Yosef conmovido, persiste aún en esconder su identidad y se refugia en privado para llorar. Después aprovechando la salida de sus hermanos hace colocar su copa de plata en el saco de Binyamin.
Cuando los hermanos cogen el camino de regreso, Yosef manda perseguirles, registrar y detener tras haber “descubierto” la copa. Yosef acusa Binyamin de haberle robado la copa y le retiene para hacer de el su servidor.

Si analizamos detenidamente esta parashá y la anterior, percibimos obviamente que la Mano Divina guía el desarrollo de los acontecimientos. D.ios dijo a Abraham que su descendencia habitaría una tierra extranjera donde sería esclavizada durante 400 años y así empezó todo, a partir de las tensas relaciones entre Yosef y sus hermanos, pasando por su venta a los Ishme’elim hasta su culminación como virrey de Egipto. El mensaje aquí es esperanzador puesto que a la oscuridad de las tinieblas (a la pena de Yaakov por la desaparición de Yosef) le seguirá el reencuentro con los hermanos y la cena que les ofrece Yosef es una alusión al fin (Miketz) de los tiempos y la liberación final porque la alegría del reencuentro del Creador con sus hijos iluminará el mundo. A pesar de los sufrimientos del exilio, Israel acabará por encontrar la luz infinita del Creador.

 

                                                                      Shabat Shalom ve Janucá Sameaj
                                                                        Baruj ben Abraham
                                                                      A.C.I.V. Les Escaldes ANDORRA

 


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