Shabat Behar
9-10 de Mayo 2014 – 10 de Iyar 5774 25ºdía del Omer Pirké Avot Cap.3º

Parashá Behar/En el monte

Por Baruj Ben Abraham


En el monte Sinaí, D.ios ordena a Moshé la mitzva de la Shemitá (Cada 7 años, año Sabático para la tierra de Israel) y la mitzva del Yovel (Cada cincuenta años, año del Jubileo). Cada séptimo año, todo el trabajo en la tierra debe cesar, y su producto debe ser dejado libre para que lo tomen todos, tanto seres humanos como animales. Cada cincuenta años, el año de Jubileo, en el cual también cesa el trabajo en la tierra, todos los sirvientes son enviados libres y las propiedades ancestrales en la Tierra Santa vuelven a la posesión de sus propietarios originales.
Behar también contiene leyes adicionales que gobiernan la venta de tierras, y las prohibiciones contra el fraude y la usura

"No se hostigaran los unos a los otros, sino que temerás a tu D.ios, porque Yo soy el eterno vuestro D.ios". (Vayikrá/Levítico 25:17) En el versículo 17,Rashí comenta que aquí la Torá advierte contra el hostigamiento verbal; esto quiere decir que un hombre no debe provocar a su prójimo ni proporcionarle un consejo que no es apropiado para el receptor, sino que es conforme al modo de ser y para el beneficio del que aconseja.
Tres versículos antes (14), Rashí comenta la prohibición de causar daño en asuntos monetarios.
Una persona no debe olvidar que D.ios conoce todos los pensamientos y sabe lo que está en nuestros corazones.
La verdad es que hay dos maneras bien diferentes de dañar a su prójimo. Se puede hacer materialmente-ocasionándole una pérdida de dinero-o moralmente –hiriéndole en lo más profundo de sí mismo.
Ambas lesiones están estrictamente prohibidas.
Materialmente o el vendedor o el comprador pueden tratar de abusar de la ignorancia del otro, la incompetencia, de la necesidad en la que se encuentra para comprar o vender, según corresponda. La debilidad de la otra persona en cualquier campo nos puede inducir a engaño, tanto en el precio como en la calidad o cantidad, en definitiva, a causar un daño material más o menos elevado.
Este es un gran pecado hacia el prójimo, pero al mismo tiempo una grave falta hacia D.ios.
También se pueden dañar de otra manera. Se puede hacer daño a su prójimo moralmente.
El prejuicio causado de esta manera es mucho más grave que una simple pérdida material.
Como la Torá citó, ver más arriba (25, 17) Aquí, más que por daños materiales, el Eterno castigará a los culpables, incluso si es posible, para aquel que pudiera justificarse alegando que en realidad él no quería hacer daño a su prójimo.
Es el abuso de orden moral el más grave. Podemos, de hecho, siempre y fácilmente reparar el perjuicio material causado, si nos arrepentimos de haber actuado mal y hacemos restitución como dice Rabí Shemuel bar Najmani. Puede ser mucho más difícil de reparar un daño moral, porque no podemos estimar su justa repercusión, ignorando la profundidad y el alcance de los daños causados como explica Rabí Eleazar.
Por lo que es aconsejable ser muy cuidadoso y muy mirado en este ámbito; de nunca dañar a su prójimo por un desafortunado comentario, de no causarle vergüenza, en definitiva, no causarle ningún daño o perjuicio moral o material.

 

                                                                      Shabat Shalom
                                                                      Baruj ben Abraham
                                                                      A.C.I.V. Les Escaldes ANDORRA

 


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